Son el combustible que necesitan los corredores para poder realizar ejercicio físico correctamente. Por ejemplo, las grasas y proteínas no se convierten tan fácilmente en energía como lo hacen los carbohidratos. La desventaja es que el cuerpo sólo puede guardar una cierta cantidad de hidratos en forma de glucógeno. Puede almacenar entre 370 gramos (personas sedentarias) y 600 gramos (personas entrenadas). Estas cantidades permiten esfuerzos de entre 60 y 90 minutos, después el cuerpo debe acudir a los depósitos de grasas.
¿Hay que agregar suplementos de vitaminas y minerales?
Si el atleta se alimenta de forma equilibrada y se hidrata lo suficiente, no necesitará vitaminas y sustancias minerales adicionales. Pero sí es indispensable que todos los días coma frutas y verduras, productos lácteos e integrales; dos o tres veces a la semana, pescado, legumbres y carne. Si la actividad es muy intensa el corredor deberá consultar a su nutricionista para que determine si necesita un aporte vitamínico extra.
¿Qué tienen que beber los corredores?
Para llegar bien hidratado a la actividad física, el atleta debe tomar agua durante todo el día aunque no tenga sed. Después de cada entrenamiento, es importantísimo que el corredor reponga el agua que perdió con el sudor. Cuando el esfuerzo es mayor del habitual es recomendable reponer líquidos con bebidas energéticas (o isotónicas) que tienen carbohidratos y sales minerales.
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